Humedales

“Castilla es ancha y plana, como el pecho de un varón”. Con esta acertada metáfora describió el poeta Azorín a la comarca de Tierra de Campos. Pero sobre este paisaje horizontal no todo son cultivos de cereal, hasta mediados del siglo XX la planicie situada al nordeste de la capital palentina contaba con la Lagiuna de la Nava “El mar de Campos”, un magnífico humedal de más de 3.000 hectáreas de extensión que, desgraciadamente fue desecado para dedicar sus terrenos a cultivos agrícolas.

Humedales al atardecer

En la actualidad es un humedal completamente artificial, recuperado. La existencia de estas lagunas es el fruto del esfuerzo y la cooperación entre diferentes entidades, colectivos y administraciones. Han sido necesarias un buen número de obras para poder recuperar este importante humedal.

La laguna de la Nava posee una extensión de 307 hectáreas, dividida en dos partes iguales, separadas por la carretera que une Mazariegos con Fuentes de Nava y con distinto régimen de uso. Una de las mitades se destina exclusivamente a conservación (aves) y la otra se aprovecha conjuntamente con los ganaderos de Fuentes de Nava (pastoreo). En estas últimas 150 has, conservación y pastoreo conviven en perfecta armonía.

Nava de Pedraza y chopos

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Nava de Pedraza y chopos

La Nava es una laguna somera, cuya profundidad es de solo 35 cm. Sin embargo existen sectores más o menos extensos con mayor profundidad, que superan ligeramente el metro. Debido al carácter artificial, el agua, procedente del canal de Castilla, es introducido todos los años en el mes de octubre, por personal de la Consejería de Medio Ambiente. La intención, es imitar dentro de lo posible, el ciclo natural de la laguna: inundación en otoño e invierno y desecación durante el estío.

Ambas lagunas son uno de los espacios más importantes de toda la Comunidad Autónoma desde el punto de vista faunístico. Están catalogadas 253 especies de vertebrados, destacando sin duda, las 221 especies de aves, que suponen algo más del 41 % de las especies de aves de España, incluidas las Islas.

Puesto observación de aves

Puesto de observación de aves

Durante la migración primaveral, de febrero a mayo, se pueden observar hasta 41 especies de limícolos (chorlitos, archibebes, agujas, correlimos, etc) en las praderas someramente encharcadas. En algunos días de este periodo prenupcial, los bandos de estas viajeras aves son especialmente abundantes.

La Nava va adquiriendo con el paso del tiempo una mayor relevancia en lo que se refiere a la cría de acuáticas. En esta laguna se reproducen algunas especies escasas en el contexto castellano-leonés como es el caso de el zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis), la garza imperial (Ardea purpurea), las gaviotas reidoras (Larus ridibundus) y el fumarel cariblanco (Chlidonias hybridus). De estas dos últimas especies, la Nava constituye, dentro de la escasez, el punto más importante de cría de toda Castilla y León. Además también crían avefrías, cigüeñuelas, rascones, polluelas y fochas.

En el verano, a pesar de estar casi seca, la Nava sirve de refugio a varios miles de azulones (Anas platyrhynchos) mudando y hasta 900 cigüeñas blancas (Ciconia ciconia) se juntan en bandos premigratorios en las praderas, aprovechando un abundante recurso alimenticio: los ortópteros (saltamontes).

En la Nava tampoco faltan registros de aves raras o escasas en la Península, muy apreciadas por el ornitólogo más especializado. Es el caso de la barnacla cariblanca (Branta leucopsis), el ansar piquicorto (Anser brachyrhynchus), el ansar careto (Anser albifrons), el silbón americano (Anas americana) o el carricerín cejudo (Acrocephalus paludicola). Para este pequeño pajarillo, la Nava, cumple los criterios de importancia internacional, al pasar por la laguna en su migración otoñal, varias decenas de estos sílvidos de distribución oriental.

Casa museo de la Laguna de Boada
Análisis de poblaciones de las especies de aves
Gestión de las ZEPAs (Zonas de especial protección de aves) de Tierra de Campos
Prediagnóstico – Planes de gestión de protección de las ZEPA