Palomares
Los palomares van salpicando la geografía de nuestra comarca de Tierra de Campos integrándose en el paisaje como un elemento más, como una prolongación vertical de las arcillosas tierras castellanas.
Distintos documentos históricos nos permiten saber que ya en la época feudal el palomar se consideraba una posesión que sólo podían permitirse tener aquéllos que disfrutaban de unos derechos muy codiciados conocidos como “derechos de palomar”. El principal motivo es que el noble o señor era quien disponía de suficientes extensiones cultivadas de cereal entorno al palomar, lo que garantizaba el sustento de las aves. En esta época, la caza furtiva de palomas o el causar daños a un palomar eran objetos de multas y castigos ejemplares.
Hasta bien entrado el siglo XX la cría de palomas fue un complemento más en el modelo de economía tradicional de Tierra de Campos. Hoy en día en Palencia muchos de estos palomares han perdido su utilidad, por lo que su abandono amenaza con llevarlos a la ruina, mientras siguen conformando la estampa más pictórica de esta reconocida comarca castellana.
En la actualidad, existe mayor conciencia del valor del palomar como edificio simbólico de nuestro territorio. Por este motivo, muchos de ellos se están cuidando y restaurando, no sólo por interés de los propietarios, sino también, porque, en cierto modo, tenemos la obligación moral de conservar, para las generaciones futuras, un bien y un recurso heredado, que no molesta y proporciona armonía al paisaje.